martes, 21 de octubre de 2008

La Luna


Podría vagamente describir como luce la luna para mí. Podria decir que es tan blanca y hermosa y elogiar su naturaleza externa. Podria personificarla y compararla con algun amorío de por ahí. Pero me parece mas apreciable rendirle un pequeño homenaje personal a esa simple cosa blanca que tanto me agrada.

La que siempre estuvo ahí y sin embargo antes nunca aprecié. La que en esos letargos que la vida te impone me acompañó. La que, a pesar que tanto la aprecie en su presencia, odio cuando se ausenta ante mí. Pero sé que tiene otros lugares para alegrar, lo comprendo, y aunque no lo comprendiera, ella se iría de todos modos. Cuando en una noche de venenos, todo parece distorsionado y fuera de lugar, por alguna razón ella esta ahí, esperando que yo mire por la ventana para buscarla. Y cuando la encuentro, ella parece sonreirme y abrazarme en su demencia. Parecemos compartir los mismos gustos, pensamientos e ideas. Es la única en la que puedo confiar absolutamente toda mi vida, porque no acostumbra a delatar y chusmiar como la gente (incluyendome). Pero no, ella no, sabe lo que podría ocasionar si dijera alguna palabra de lo que toda la gente le cuenta. Para muchos, la protagonista principal de su macumba, para otros, la ornamentación fundamental del cielo a la noche, para otros, el objeto de ciencia del cual tienen numeros y nombres raros y más numeros; para mí, una simple compañía peculiar.

Dudo que ella tenga una computadora e Internet y vea justo esto, pero quizás quien lo lea pueda intentar aprovechar a lo largo de su vida la presencia de la luna, quizás aprenda a quererla, a contemplarla a consciencia. Quizás encuentre en ella el mismo valor que yo.

Pd: El dia que tenga enfrente una luna como la de la foto voy a ser el más feliz del mundo!

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